Hymme Pérou

"Somos libres, seámoslo siempre" a été écrit par José de La Torre Ugarte et composé par José Bernardo Alcedo. L'hymne fut interprété pour la première fois par Rosa Merino au théâtre municipal de Lima. Refrain : Somos libres; seámoslo siempre y antes niegue sus luces el sol que faltemos al voto solemne que la patria al eterno elevó,

      Couplets :


      I
        Largo tiempo el peruano oprimido
        la ominosa cadena arrastró;
        condenado a una cruel servidumbre
        largo tiempo en silencio gimió.


      Mas apenas el grito sagrado

¡Libertad! en sus costas se oyó la indolencia de esclavo sacude, la humillada cerviz levantó.

      II
        Ya el estruendo de broncas cadenas
        que escuchamos tres siglos de horror,
        de los libres al grito sagrado
        que oyó atónito al mundo, cesó.


      Por doquier San Martín inflamando,
        libertad, libertad, pronunció,
        y meciendo su base los Andes
        la anunciaron, también, a una voz.


      III
        Con su influjo los pueblos despiertan
        y cual rayo corrió la opinión;
        desde el itsmo a las tierras del fuego
        desde el fuego a la helada región.


      Todos juran romper el enlace
        que natura a ambos mundos negó
        y quebrar ese cetro que España
        reclinaba orgullosos en los dos.


      IV
        Lima, cumple ese voto solemne,
        y, severa, su enojo mostró,
        al tirano impotente lanzando,
        que intentaba alargar su opresión.


      A su esfuerzo saltaron los grillos
        y los surcos que en sí reparó,
        le atizaron el odio y venganza
        que heredera de su Inca y Señor.


      V
        Compatriotas, no más verla esclava
        si humillada tres siglos gimió,
        para siempre jurémosla libre
        manteniendo su propio esplendor.


      Nuestros brazos, hasta hoy desarmados
        estén siempre cebando el cañón,
        que algún día las playas de Iberia
        sentirán de su estruendo el terror.


      VI
        Excitemos los celos de España
        Pues presiente con mengua y furor
        Que en concurso de grandes naciones
        Nuestra patria entrará en parangón.


      En la lista que de éstas se forme
        Llenaremos primero el reglón
        Que el tirano ambicioso Iberino,
        Que la América toda asoló.



        VII
        En su cima los andes sostengan
        la Bandera o pendón bicolor,
        que a los siglos anuncie el esfuerzo
        que ser libres, por siempre nos dio.


      A su sombra, vivamos tranquilos,
        y al nacer por sus cumbres el Sol,
        renovemos el gran juramento
        que rendimos al Dios de Jacob.  

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